Burgaleta nos ha preguntado, al principio de la clase, quien pensaba repetir su artefacto. Algunos han levantado la mano, pero yo en ese momento he pensado que si lo tuviera que repetir, no sabría que mejorar o que cambiar. Después de la clase, ya se que puedo añadir: elementos horizontales, espacios de transito y de estancia y más transparencia.
El viernes, nos hizo un pregunta: ¿Hemos acabado el proceso de la creación?.
Para respondernos nos explico que: la vida cotidiana, es la vida del "uso". Cuando un instrumento de la vida cotidiana funciona, el usuario se olvida de su cuerpo. Pero cuando un objeto o herramienta deja de funcionar, nos expulsa del mundo de la vida cotidiana. Esto nos hace sorprendernos, enfadarnos, o frustrarnos. A partir de este momento podemos tomar dos decisiones: una es la de buscar otro objeto que funcione, y volver a la vida cotidiana, o volverse "crítico" y analizar la herramienta y sus defectos. Del mundo de la crítica, se pasa al mundo de la "creación", donde diseñamos una nueva herramienta, por medio de el tanteo, con el objetivo de mejorar la anterior. El proceso no finaliza hasta que esa herramienta vuelve a la vida cotidiana para ser utilizada. Así, se produce una evolución.
Con esta explicación nos dijo que NO hemos acabado el proceso de la creación, ya que los artefactos no tienen un "uso" en la vida cotidiana.
Despúes, hemos pintado con los pentel en papel A1 y papel de boceto con una sola línea.
Para la próxima semana tenemos que hacer nestro artefacto en Rhinoceros en tres dimensiones, rotarlo, añadir planos horizontales...
Después, con fotografías del proceso, y con distintas luces, componer un video con sonido (música abstracta).
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